
EL DUELO POR UNA MASCOTA
Las mascotas son, en la actualidad, parte fundamental de nuestra vida; de acuerdo con las estadísticas globales, 4 de cada 10 hogares en el mundo, tiene al menos una mascota; en países como EEUU, la estadística es abrumadoramente alta y en naciones latinoamericanas, como Colombia, se supera el promedio mundial por dos dígitos.
En Venezuela no existen cifras oficiales, pero nuestra cultura de tener mascotas en el hogar es considerablemente visible; en esta época de confinamiento, las mascotas se han convertido en compañía de vital importancia para las personas mayores, sobre todo, cuya familia ha debido emigrar por razones económicas o políticas.
Ahora bien, las mascotas más habituales suelen ser perros y gatos, seguidos por aves psitaciformes, peces de acuario, animales de terrario y roedores; perros y gatos tienen una esperanza de vida muy corta, en comparación con la vida de nosotros, los humanos; en promedio, un perro de raza vive alrededor de 12 años, mientras que uno criollo puede vivir un poco más de tiempo, mientras que los gatos suelen vivir entre 8 y 15 años.
No dejes de revisar PREVISIÓN Y EXPECTATIVAS
La limitada esperanza de vida de nuestras mascotas conlleva experimentar, al menos una vez en la vida, un duelo producido por la muerte de uno de nuestros animales de compañía; este duelo será más o menos intenso en la misma medida en que nuestro vínculo emocional con la mascota sea más o menos profundo. Hay personas para las que las mascotas son, sencillamente, parte de la familia, con un lazo indisoluble que traspasa los límites emocionales comunes; hay personas para las que las mascotas tienen un rol más práctico, por lo que el lazo emocional no es tan profundo; aunque siempre, siempre, habrá, si se tienen mascotas, un nexo entre nosotros y ellos.
¿Cómo sobrellevar la muerte de mi mascota?
La muerte de una mascota puede ser muy dolorosa, por lo que, estos consejos sobre cómo sobrellevar el duelo ante la muerte de una mascota, pueden ayudarte a gestionar mejor tus emociones en el proceso.
1. Lo primero que debes entender es que toda forma de vida cumple un ciclo; de manera que, inexorablemente, la muerte nos alcanzará a todos. Aprender a convivir con esto, hará que tu mente procese mejor el dolor.
2. Haberle dado a tu mascota, los mejores días de su vida, permitiéndole expresar con libertad su naturaleza y haciéndole feliz con una domesticación eficaz, para alcanzar la plena armonía en el hogar, es el mayor consuelo al momento de despedirla.
3. Nada se siente tan bien como permitirles a tus mascotas, experimentar, aunque sea una sola vez, el milagro de la reproducción; dejar descendientes, quizás sea algo que ellos no reflexionen, pero a ti sí te importará haber cumplido con la naturaleza.
4. Ninguna mascota es reemplazable, por lo que, conservar recuerdos gratos sobre la conducta de tu mascota te va a ayudar a tener una imagen más nítida de ella; algún gesto, manía o comportamiento, grabado en una foto o video es un digno reconocimiento a su carácter.
5. Haberle dado amor, tú y tu familia, haberle recibido como uno más del hogar, haber compartido momentos memorables le hace merecedor de un honroso funeral; quizás suene excéntrico y poco ortodoxo, pero el darle una sepultura digna no es práctica moderna, muchas culturas antiguas enterraban con honor a sus mascotas.
Hablar de lo mucho que lo amábamos, del dolor que sentimos, de la pérdida y de las circunstancias en que ocurrieron, de la vida y reflexionar sobre el alma de las mascotas, sobre la posibilidad de que, como criaturas, también halla para ellos un lugar de reposo, es parte de lo que, en nuestra psique, nos permitirá elevar el tono de nuestro duelo y sentirlo en un nivel racional que nos ayude a sobrellevarlo con la altura que merecieron nuestros compañeros peludos.
Si su mascota era un animalito menos común, como un pez o un morrocoy, por mencionar alguno; quizás reflexionar sobre su aporte a la vida familiar, lo que dejó en los hijos, lo que nos permitió crecer y tener más consciencia de la vida y sus múltiples formas, pueda ayudarle a vivir el duelo de manera más trascendente.
¿Cómo reaccionar ante el duelo de otros?
Como hemos dicho al principio de esta nota, no todas las personas tienen una relación profunda con sus mascotas, en todas hay varios niveles de afecto, pero esa gradación no debe interponerse en la empatía que es conveniente practicar cuando miramos duelos muy sentidos.
Respetar los procesos de cada quien, escuchar con empatía y apoyar cualquier gesto emotivo dedicado a la memoria de quienes ya no están, no debería costarnos mucho; solo debemos entender el tamaño del vínculo y admitir que, aunque nosotros no tengamos la misma aproximación hacia nuestros animales, hay personas que sí, por diversas razones.
No es, ni respetuoso, ni empático, burlarnos de algún comportamiento que consideremos exagerado; no hay exageraciones, cuando del duelo se trata, los procesos para admitir y expresar nuestro dolor, son costosos y muy genuinos; responden a nuestra cosmovisión y a nuestra personalidad; de hecho, si queremos conocer a alguien, solo debemos verlo en un momento en el que experimente el duelo, es la situación que saca más de nosotros.
Lo conducente ha de estar ahí, incondicionalmente, para nuestros amigos o vecinos y señalarles, con amor y mucha consideración, que la vida no se termina allí, que la memoria y el legado de todos los seres vivos permanecen mientras nosotros los recordemos y hayamos, mientras vivían, lo que merecían de nosotros.